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Alguien escribió algo

  • millalobo
  • 18 sept 2017
  • 6 Min. de lectura

Recientemente, he tenido numerosas conversaciones que de alguna manera llevaron a la Biblia. Digo de alguna manera porque no fueron conversaciones con amigos particularmente religiosos y, sin embargo, de lo que ellos hablaron fue de su interés en la Biblia.

Algunos reconocieron que esa particular biblioteca (sí, es una biblioteca. Más sobre esto más adelante…) ha moldeado profundamente la civilización occidental en innumerables formas y, sin embargo, no tienen la más remota noción de lo que verdaderamente es, salvo vagas referencias a David y Goliat (aunque en el libro de 2 Samuel está escrito que un hombre llamado Elhanán mató a Goliat), ominosas advertencias sobre el fin el mundo (como en la reciente película This Is The End, donde Jay Baruchel les lee pasajes del libro de Apocalipsis a Seth Rogen, Jonah Hill y James Franco, como si ese fuera el libro para ayudarlos a entender por qué el pozo en su patio delantero acaba de devorar a Rihanna…) o historias sobre cómo Jesús cambió el agua en vino (¿En serio? ¿Ese es su primer milagro? ¿Hacer posible que la gente siga bebiendo durante días y días? ¿Será por eso que Jesús fue acusado de ser un borracho?).

Otros, han escuchado a alguien citar la Biblia y algo sobre lo que esta persona dijo les hizo pensar que no hay manera de que realmente diga eso. Y, sin embargo, no tienen alguna mejor o más instruida forma para contrarrestar la explicación que oyeron que: ¡No puedes estar hablando en serio! ¡Eso es una locura!

Y entonces, a otros la Biblia los tomó con la guardia baja. Tuvieron una experiencia, probaron algo, sintieron algo, soportaron algo y descubrieron en el lenguaje bíblico aquello por lo que habían pasado. Fueron tratados injustamente por alguien y en momentos de sinceridad se dieron cuenta de que querían a esa persona muerta de un modo violento y macabro, solo para descubrir estos mismos impulsos descritos con gran detalle en los Salmos. ¿Cómo es que alguien que escribe hace miles de años, en un lugar diferente, en un idioma diferente, en una cultura diferente, puede describir con sorprendente detalle exactamente lo que estoy sintiendo aquí y ahora en el mundo moderno? ¿Cómo es posible que algo que muchos han descartado como irrelevante pueda ser a veces tan sorprendentemente relevante?

Las buenas preguntas.

Las preguntas que haré:


Voy a empezar con cómo la biblia llegó a ser La Biblia,

a continuación, voy a escribir sobre:

inundaciones

y

peces

y

torres

y

sacrificios de niños.


Todo con el fin de explorar lo que está pasando justo debajo de la superficie de las historias en la Biblia.

Entonces abordaré algunas de las formas en que a muchas personas se les ha enseñado a pensar y hablar acerca de la Biblia, como:

Palabra de Dios, el buen libro, la palabra viva, los principios para vivir, La Palabra, la norma absoluta, LA VERDAD INFALIBLE SOBRE LA CUAL NO PUEDE HABER NINGUNA FALLA, la visión de Dios sobre las cosas, el definitivo manual del propietario, y así sucesivamente…

…y por qué esas formas de pensar y hablar acerca de la Biblia no están funcionando como lo hacían antes para montones y montones y montones de personas.

Todo lo cual me conducirá a una forma de entender la Biblia, en la que tu mente y corazón son juntamente comprometidos para verla y leerla como lo que es: una inusual, antigua, poética, repugnante, provocadora, misteriosa, reveladora, escandalosa e inspirada colección de libros llamados la Biblia, que cuentan una historia, una historia que quiero que escuches.

En primer lugar, entonces, un poco acerca de cómo nos ha llegado la Biblia.

Alguien escribió algo.

Obvio, pero cierto. Y un punto de partida importante.

La Biblia no cayó del cielo, fue escrita por gente.

Otra vez, es obvio, pero nos ayuda a tener un punto de partida para empezar a pensar en lo que la Biblia es. Muchas de las historias de la Biblia comenzaron como tradición oral, transmitida de generación en generación hasta que alguien las recogió, las editó y realmente las escribió, a veces cientos de años más tarde. Eso es años y años de personas sentadas alrededor de fogatas, recorriendo ardientes caminos polvorientos, reuniéndose para escuchar, discutir, debatir y luchar con estas historias.

Las personas que escribieron estos libros tenían mucho material para elegir. Había un montón de historias flotando alrededor, montones de reportes entre manos, montones de material a incluir. O no incluir.

(Hay una línea en el Antiguo Testamento, en el libro de 1 Reyes 11, donde el autor escribe:

En cuanto a los demás hechos del reinado de Salomón, todo lo que hizo y la sabiduría que mostró, ¿no está escrito en el libro de los hechos de Salomón?).

Bueno, sí, supongo que lo están… es solo que no tenemos idea de a lo que se refiere el autor. Es interesante la asunción por parte del autor, no solo de que sabemos esto, sino de que tenemos acceso a estos anales. Lo cual no es así.

Vemos algo similar en el evangelio de Juan, donde está escrito:

Jesús hizo muchas otras señales en presencia de los discípulos, que no están escritas en este libro,

y luego el libro termina con la siguiente línea:

Jesús hizo muchas otras cosas también. Si cada una de ellas se escribiera una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir.

Es como si el escritor, solo para complicar las cosas, añadiera: Oh sí, me he dejado un montón de cosas afuera.

Los autores de los libros de la Biblia, entonces, no solo escribían, seleccionaban, editaban y hacían una multitud de decisiones acerca de cual material y contenido promovía sus propósitos al escribirlos, y los que no.

Estos escritores tenían intereses.

Lucas: Yo también decidí escribir un relato ordenado para ustedes…

El Libro de Ester: Esto es lo que pasó…

Juan: éstas se han escrito para que crean…

Había puntos que querían marcar, cosas que querían que sus lectores vieran, ideas que querían compartir. Estos escritores, es importante señalar, fueron personas reales que vivieron en lugares reales en tiempos reales. Y sus propósitos, intenciones e intereses fueron moldeados por sus tiempos, lugares, contextos, economías, política, religión, tecnología y un sinnúmero de otros factores.

¿Qué nos dice acerca del mundo en el que Abraham vivió, que cuando se le ordena ofrecer a su hijo como sacrificio se dispone a hacerlo como si fuera una cosa natural de pedir para un dios…?

La historia de David y Goliat se inicia con la tecnología. Los filisteos tenían un nuevo tipo de metal, los israelitas no. La historia se aferra al miedo principal que viene cuando tu vecino tiene armas que tu no. Como lanzas. O revólveres. O bombas.

¿Por qué el apóstol Pedro utiliza la frase no hay otro nombre bajo el cielo…? ¿De dónde sacó la idea de esta frase y lo que las imágenes de propaganda militar habrían traído a la mente de sus oyentes?

Gente real,

escribiendo en lugares reales,

en tiempos reales,

con planes,

eligiendo incluir algún material,

eligiendo dejar de lado otro,

todo porque tenían historias que contar.

Dicho esto, dos pensamientos para redondear esta introducción de la sección de arriba:

En primer lugar, para algunos la Biblia es una colección de libros antiguos. Libros escritos por gente y nada más. Para otros, la Biblia es una colección de libros, pero también es algo más que una colección de libros. Son libros, pero son más que solo libros.

Vamos a llegar a palabras como inspiración, revelación e inspiración Divina más tarde (en lo cual creo, pero me estoy adelantando a mí mismo), por ahora es importante empezar diciendo lo obvio: La Biblia es primeramente y, antes que nada, una biblioteca de libros escritos por humanos.

Digo esto porque hay un literalismo rebuscado que muchos han encontrado en cuanto a la Biblia, que hace grandes afirmaciones acerca de su divinidad, inspiración y perfección, pero luego no sabe qué hacer con su humanidad.

¿Por qué los cuatro relatos de la resurrección en los evangelios difieren en detalles básicos?

¿Por qué no hay denuncias claras contra la poligamia? ¿O la esclavitud?

¿Por qué dice Pablo en el Nuevo Testamento que está hablando de parte de él, no del Señor…?

Cuando la gente carga con gran insistencia que esta es la Palabra de Dios y a su vez deja de lado la muy real humanidad de estos libros puede inadvertidamente expropiar a estos escritos de su poder sagrado.

Todo por haber comenzado en el lugar equivocado.

Empieza con el ser humano. Pregunta estas preguntas, entra allí, dirige tus energías para comprender por qué estas personas escribieron estos libros.

Porque cualquier divinidad que encuentres la encontraras atravesando al ser humano, y no alrededor de él.

(Jugaré mi mano aquí, de hacia dónde te quiero llevar: Si pasas de la naturaleza divina en la tapa de la Biblia y te sumerges en su humanidad, encontrarás lo divino de maneras inesperadas, maneras que pueden realmente transformar tu corazón. Lo cual es el punto ¿no?).

En segundo lugar, un poco sobre las preguntas.

A menudo, especialmente cuando la gente cae en un pasaje extraño, truculento o inexplicable en particular, preguntarán:

¿Por qué Dios dice esto?

El problema con esta pregunta es que puede dejarte atado con todo tipo de nudos. (¿En serio? ¿Dios les dijo que mataran a todas las mujeres y niños? ¿Dios lo hizo? ¿Y se supone que debemos aceptar que, bueno, Dios es así?).

Ese tipo de cosas.

La mejor pregunta es:

¿Por qué la gente encontró importante contar esta historia?

seguida por

¿Qué fue lo que los llevó a grabar estas palabras?

seguida por

¿Qué estaba pasando en el mundo en ese momento?

Y luego

¿Qué dice este pasaje/historia /poema/verso/libro acerca de cómo las personas se veían a sí mismas y a Dios en ese momento?

Y entonces

¿Cuál es la historia que se desarrolla aquí y por qué estas personas creyeron que la historia era digna de ser contada?

Vamos a tomar una de esas historias,

la de una inundación,

y haremos ese tipo de preguntas.


 
 
 

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