top of page

Oración

  • millalobo
  • 6 jun 2016
  • 6 Min. de lectura


Fui a visitar a una pareja en la unidad neonatal del hospital. Su hijo nació con graves complicaciones, y los doctores no sabían si sobreviviría. La unidad neonatal constaba de cuartos enormes, y cada 3 metros había incubadoras, y en cada una de ellas había bebés pequeñitos. Algunos de ellos pesaban 1.360 ó 1.800 kilos, y luchaban por sus vidas. Y me acerqué a la caja de plástico donde la pareja tenía a su hijo, y tenía tubos y alambres que provenían de su pecho, y de su estómago y de su boca y de su nariz. Y recé. Y le pedí a Dios que lo sanara. Y después me enteré que mucha gente estaba rezando por él. Resistió por algún tiempo, pero no se salvó y murió. Y poco después, vi a una mujer a quien conozco desde hace tiempo, y me dijo que a su nieta le habían diagnosticado una rara enfermedad del corazón que pocos bebés sobreviven. Y toda la familia empezó a orar, y se la llevaron para hacerle más pruebas, y después de esas pruebas, el doctor le dijo a la familia, ''No puedo explicarlo. Soy experto en esta enfermedad rara del corazón en particular, y no sé qué más decir, pero no le encuentro nada raro. Ya sanó''. ¿Qué hace uno ante eso? ¿Dios contesta las oraciones? ¿Algunas sí y otras no? ¿O algunas veces, pero no siempre? ¿O Dios siempre contesta las oraciones? ¿O es que a veces Dios dice no? Y a veces la gente dice, ''Rezamos, y Dios apareció e hizo un milagro''. ¿Dónde estuvo Dios el resto del tiempo? ¿Dios estaba en otro lado, haciendo otra cosa, y de pronto decidió aparecer aquí e hizo algo que no se había hecho, pero que debía haberse hecho, y Dios de repente, de último momento, decidió hacerlo? Con razón la oración es confusa. Y otras personas dicen, ''Uno tiene que entender que Dios va a hacer lo que Dios tiene que hacer''. Entonces, ¿para qué Orar? Y otros dicen, ''Pero es que tú no entiendes. Dios lo puede hacer todo''. Entonces, ¿por qué no lo hace? La explicación bíblica de la vida de Jesús nos dice que la noche en que Él fue traicionado estaba en su jardín con sus discípulos, orando. Fue momentos antes de su arresto. lba a ser juzgado como delincuente y después ejecutado. Sentía todo el peso de lo que le iba a ocurrir porque sabía que así sería. Y estaba soportando el sufrimiento de su muerte cercana, y empezó a Orar. Y rezó, ''Padre, si es posible, quítame este cáliz. Pero hágase Tu voluntad y no la mía''. Él compara Su muerte con un cáliz que no quiere beber. ¿Quién querría hacerlo? Y después rezó un poco después, ''Si no es posible que me quites este cáliz, entonces, que se haga según Tu voluntad''. En la primera oración, básicamente dice, ''¿Puedo librarme de esto? No quiero pasar por esto. ¿Hay alguna forma de evitarlo?'' Y en la segunda oración dice algo como, ''Supongo que tendrá que ocurrir. No puedo evitarlo. Así que estoy dispuesto a lo que Tú tengas en mente''. Para entender por qué Jesús reza de esa manera tenemos que entender que Jesús tomó muy en serio el versículo de la creación, Génesis, con el que empieza la Biblia. Y en ese versículo de la creación, Dios creó. Pero Dios creó cosas que son capaces de crear más. Y Dios creó a los árboles, pero le dio a los árboles la capacidad de crear más. Dios creó a los animales, a las plantas y a los peces, pero después les confiere el poder de crear más. Y después, Dios creó a la gente y les dio la capacidad de crear más. Así que todo lo de la creación no está terminado. Dios deja el mundo sin terminar e invita a la gente a tomar parte en la creación continua del mundo. Pero, cuando uno crea, siempre corremos el riesgo de que lo que hemos creado no salga como lo deseábamos. Podría tomar un rumbo diferente. Puede que no sea todo lo que esperaban. Puede cambiar de rumbo y romperles el corazón. Y esa energía creativa, esa energía creativa divina que hizo que todo existiera Se arriesga mucho al crear, pero al mismo tiempo, funciona de manera muy específica. Logra el orden del caos. El versículo del Génesis de la creación dice que era agreste e inmenso, caótico y vacío, y de eso Dios empezó el interminable proceso de conseguir el diseño y el orden y la belleza. Y cuando Jesús reza, se está abriendo paso a esta energía divina y creativa que lo hizo todo. La oración, para Jesús, no era la aceptación pasiva de: ''Bueno, supongo que así serán las cosas''. Y no fue una rebelión en contra: ''Yo estableceré el futuro''. Para Jesús, la oración era el estar abierto ante el Dios quien está trabajando aquí y ahora. Pero para estar abierto al trabajo creativo de Dios en el mundo aquí y ahora, uno tiene que ser honesto. Cuando Jesús dice cosas como, ''¿Hay forma de quitarme este cáliz para no tener que beberlo?'' Está siendo crudamente honesto con Dios. ''Dios, no quiero tener que pasar por esto''. Como dice el Libro de Salmos, capítulo trece, donde el escritor dice, ''Dios, ¿cuánto tiempo? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Cuánto tiempo me ocultarás Tu rostro?'' Jesús llegó de una larga tradición de gente que veía la oración como una cruda honestidad con Dios. Algunos creen que la mitad de los Salmos eran lamentos, gente sufriendo y desahogando su angustia en tiempos de gran sufrimiento y tormento. Gente mostrándole su puño a Dios, retando a Dios, dudando de Dios, luchando con Dios, cuestionando a Dios. Dios puede con lo que están pensando. Dios puede con lo que sienten. Dios puede con lo que están diciendo. La oración, si cosa alguna, es la verdad. Es ser honesto con tu creador. Pero, para Jesús, no sólo era honestidad la que había en el jardín cuando le rezó a Su Padre. Sino que Jesús cuestionó. Supuso que Él estaría involucrado de alguna manera, en la respuesta. Jesús suponía que Él tendría que hacer algún papel en el trabajo creativo que efectuaba Dios en el mundo. Algunas personas rezan y dicen, ''Dios no contestó mi oración''. Pero quizá ellos eran la respuesta a sus oraciones. Como dice en el libro de Santiago: ''La oración del justo es poderosa y efectiva''. Alguien que cree que el Dios que creó el universo está trabajando aquí y ahora, y alguien que está abierto a eso. Alguien que está consciente, que observa, que escucha. Alguien que busca su papel a desempeñar en la creación continua del mundo, Eso será poderoso. La oración no es una formalidad, ni una especie de lista, ni un ritual que uno tiene que recitar para seguir con su día. Como dice el Nuevo Testamento: ''Oren sin cesar''. La oración es nuestra postura hacia la vida. Es más que solamente palabras. Es la forma de ver todo lo que nos rodea. La oración es estar quieto, meditar, reflexionar, escuchar, despertar, y es cuando uno no deja de preguntar, ''¿Qué está tramando Dios, aquí y ahora, y cómo puedo ser parte de ello?'' Dios quiere que la energía divina que hizo al mundo flote entre nosotros, y, en el proceso, unirnos más. La oración es abrirse paso a la misma energía que formó al universo. Por eso la gente dice que pueden sentir la oración. Porque sí podemos. La oración nos conecta con la gente y las cosas por las que rezamos. La oración amplía nuestra perspectiva. Orar nos da un corazón más grande. Orar nos hace sentir cosas. Orar cambia las cosas, pero la oración nos cambia a nosotros. Orar nos hace mejores personas. Cuando la gente pregunta, ''¿Por qué Dios no hizo esto? ¿Por qué Dios hizo aquello? ¿Por qué Dios apareció entonces? ¿Por qué Dios hizo un milagro allá? ¿Por qué Dios dice sí a esta oración y no a aquella?'' No lo sé. Parado frente a esa incubadora, viendo a ese pequeño bebé luchando por su vida... No sé por qué ciertas situaciones son de una forma y otras situaciones son de otra. Pero sí sé que tú y yo podemos estar abiertos a lo nuevo que está por acontecer. Que no se haga mi voluntad, sino la Tuya. Que toda tu vida sea una oración. Y puedas ser honesto con Dios conforme te abres más y más a tu papel en la creación continua del mundo.

 
 
 

Comments


bottom of page